DESCRIPCIÓN
Arbolito muy ramificado y nudoso que alcanza los 6-8 m de altura, aunque en zonas muy expuestas y ventosas a veces no supera el porte arbustivo. Normalmente tiene una copa más bien pequeña y globosa. El tronco es algo irregular y la corteza gris oscura, con finos pliegues transversales. Las hojas son simples, perennes, alternas, ligeramente coriáceas y con margen irregularmente aserrado o crenado. La lámina, lampiña y de color verde brillante, tiene una forma inversamente ovada (obovada) —aunque a veces puede llegar a ser redondeada— y mide 4-8 cm de longitud por 2-4 cm de anchura. En época otoñal comienzan a brotar numerosas florecillas blanco cremosas y hermafroditas, agrupadas en racimos cortos que se disponen junto a los rabillos de las hojas. Los frutos, que a primera vista recuerdan a una perita, son cápsulas de color verde pálido y apariencia carnosa al principio. Cuando maduran, se endurecen, se tornan de color marrón o rojizo y se abren en tres partes o valvas para liberar unas semillas rojizas negruzcas rodeadas por una cubierta carnosa blanca.
ECOLOGÍA
El peralillo es una especie propia de los bosques termófilos. Normalmente vive entre los 200 y 800 m de altitud, por lo que ocupa el borde inferior del dominio potencial del Monteverde. Aunque con menos frecuencia, también alcanza las áreas de transición con los pinares y las zonas bajas y medias de barrancos orientados a los vientos alisios —es muy raro encontrarla en los orientados al sur y el oeste—. Prefiere las exposiciones abiertas y soleadas.
DISTRIBUCIÓN
Especie endémica de Canarias, muy dispersa y poco común, que se distribuye en todas las islas del archipiélago.
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